Si alguna vez has acudido a una consulta médica, es probable que te hayas beneficiado de las artes. El estetoscopio fue inventado por un flautista médico francés llamado René Laënnec, que registró sus primeras observaciones de los sonidos del corazón en la notación musical. Las técnicas de sutura utilizadas para trasplantes de órganos fueron adaptadas de la fabricación de encajes por otro francés, el premio Nobel Alexis Carrel. Los métodos (y algunas de las herramientas) necesarios para realizar las primeras cirugías de corazón abierto fueron inventados por un innovador afroamericano llamado Vivien Thomas, cuyo entrenamiento formal fue como maestro carpintero.

Pero quizás eres más un amante de la tecnología. La idea de la comunicación electrónica instantánea fue la invención de uno de los artistas más famosos de Estados Unidos, Samuel Morse, quien construyó su primer telégrafo en una camilla de lona. La actriz Hedy Lamarr colaboró ​​con el compositor vanguardista George Antheil para inventar encriptación moderna de mensajes electrónicos. Incluso los chips electrónicos que manejan nuestros teléfonos y computadoras se fabrican utilizando inventos artísticos: grabado, serigrafía y fotolitografía.

El 7 de mayo de 2018, la Junta de Educación Superior y Fuerza Laboral de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de EE.UU. (NASEM) publicó un informe recomendando que las prácticas de humanidades, artes, artesanías y diseño (HACD) se integren con ciencia y tecnología, ingeniería, matemáticas y medicina (STEMM) en el currículo universitario y de postgrado. La motivación para el estudio es la creciente división en los sistemas educativos estadounidenses entre el currículo tradicional de artes liberales y la especialización relacionada con el trabajo. «Irónicamente», señala el informe, «a medida que este movimiento hacia una educación disciplinaria más estrecha ha progresado inexorablemente, muchos empleadores -incluso, y de hecho, especialmente en áreas de alta tecnología- han enfatizado que los resultados de aprendizaje asociados con la educación integrada, tales como el pensamiento crítico, la comunicación, el trabajo en equipo y las habilidades para el aprendizaje permanente, son más, no menos, deseables».

Debido a que la ecología de la educación es tan compleja, el informe concluye que no hay una o la mejor manera de integrar las artes y las humanidades con el aprendizaje STEMM, ni ningún tipo de experimento pedagógico o conjunto de datos que prueben incontrovertiblemente que la integración es la definitiva respuesta a una mejor preparación para el trabajo No obstante, la preponderancia de la evidencia converge en la conclusión de que la incorporación de HACD en las pedagogías STEMM puede mejorar el rendimiento de STEMM.

Los estudios estadísticos a gran escala han demostrado correlaciones significativas entre la práctica persistente de HACD con diversas medidas de logro STEMM, pues, según las estadísticas, las personas que practican las artes son más propensas a presentar patentes; los profesionales de STEMM con ocupaciones tales como madera y metalistería, grabado, pintura y composición musical tienen más probabilidades de registrar y licenciar patentes y encontrar empresas que aquellos que carecen de dicha experiencia. Del mismo modo, es más probable que los autores que publican artículos de alto impacto pinten, esculpen, actúen, participen en trabajos con madera o metal, o sigan la escritura creativa.

Los miembros de las Academias Nacionales de Ciencias e Ingeniería de EE.UU. tienen entre tres y cinco veces más probabilidades de tener una vocación de por vida que involucre artes, manualidades, teatro o algún tipo de escritura creativa que los científicos promedio, y los ganadores del Premio Nobel participan en tales actividades en 15 a 25 veces la tasa de científicos promedio. Todos los científicos saben que la correlación no es causalidad, pero muchos profesionales de STEMM informan que integran activamente sus prácticas HACD y STEMM.

«Pasé largas horas en una tienda de carpintería que mi padre mantenía en el sótano de nuestra casa, fabricando artilugios», escribió Richard Smalley, ganador del Premio Nobel de Química en 1996. La ganadora del premio Nobel, Dorothy Crowfoot Hodgkin, atribuyó su éxito en la cristalografía, en parte, al aprendizaje de las operaciones de simetría durante su adolescencia, al tiempo que ilustraba los revestimientos del suelo de los documentos arqueológicos de sus padres.

Las innovaciones artísticas incluso pueden impulsar las ciencias y las tecnologías. En 1990, por ejemplo, el National Endowment for the Arts financió una colaboración entre el artista conceptual Mel Chin y el botánico Rufus Chaney para crear un experimento de arte ambiental llamado Revival Field. La pieza proporcionó la primera prueba de concepto de que las plantas pueden extraer compuestos nocivos como el plomo, el arsénico y el cobalto del suelo contaminado.

Los análisis de cientos de estudios de casos individuales revelan que los profesionales de STEMM a menudo vinculan HACD con las prácticas STEMM por medio de «herramientas para pensar» mentales: observar (usar cualquiera o todos los sentidos); imágenes; abstracción; reconocimiento de patrones; formación de patrones; pensamiento dimensional; analogía; pensamiento corporal; empatizar o actuar con juegos (la Premio Nobel Barbara McClintock informó haber tenido «un sentimiento por el organismo» y Jonas Salk de «convertirse en el virus»); modelado; jugando; transformando entre estas diversas formas de pensar; y sintetizando-

Dichas herramientas también han demostrado ser útiles para integrar con éxito las pedagogías en las aulas de Universidad y Posgrad. El dibujo, por ejemplo, desarrolla habilidades de pensamiento visual y de observación que facilitan el aprendizaje STEM. Las intervenciones pedagógicas artísticas o musicales adaptadas mejoran las habilidades de observación visual y auditiva entre los estudiantes de STEMM. Y el desarrollo de habilidades de pensamiento transformacional y sintético mediante la invención y producción de un juego o modelo científico propio tiene una mayor eficacia pedagógica para los estudiantes de STEMM que pasivamente jugando con uno. Las disciplinas de HACD y STEMM son valiosas entre sí solo en la medida en que se entiende que contribuyen con principios, métodos, ideas y contenido complementarios que han surgido de sus enfoques característicos. Un conjunto de disciplinas no puede convertirse en la criada del otro sin perder sus mutuos beneficios.

La integración ocurre mejor a través de la construcción de «puentes» conceptuales o metodológicos entre disciplinas con el fin de abordar problemas multidisciplinarios o transdisciplinarios bien definidos. La integración no es un objetivo en sí mismo, sino más bien una habilidad que debe desarrollarse para responder a la conexión del mundo real. Para citar al embriólogo, bailarín y artista Conrad Hal Waddington, «los problemas agudos del mundo pueden ser resueltos solo por hombres enteros, no por personas que se niegan a ser, públicamente, algo más que un tecnólogo, o un científico puro, o un artista.

Referencias

National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine, The Integration of the Humanities and Arts with Sciences, Engineering, and Medicine in Higher Education: Branches from the Same Tree (National Academies Press, Washington, DC, 2018).