Las Tesmoforias, un festival exclusivamente femenino

Hay ciertos festivales en la Grecia clásica a los que solamente podían asistir mujeres. Es el caso de las Tesmoforias, un festival exclusivamente femenino al que los hombres tenían prohibida la entrada.

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Se tiene constancia de este festival desde el siglo IV a.C., en el que se celebraban el cultivo de la tierra y la recolección de sus frutos en honor de la diosa Deméter-Ceres. Durante las fiestas, que duraban tres días, del 10 al 12 ó 13 de octubre, y cuyo fin era promover la fertilidad de la tierra en vísperas de la siembra, se rememoraba el rapto de su hija Perséfone-Prosérpina por Hades-Plutón.

Hades raptó a Perséfone, y Deméter, su madre, diosa de la fertilidad de la tierra, dispuso que no naciera ningún fruto, ni cereal ni hierba hasta que su hija le fuera devuelta. Zeus intervino y Deméter aceptó que su hija pasara seis meses con ella, el tiempo del nacimiento y sazón de las cosechas, y otros seis con su marido en el inframundo, la época de la tierra dormida.

Para estar más cerca de la tierra y hacer más evidente el simbolismo, los rituales se llevaban a cabo tanto en cuevas como en pozos o en hoyos excavados (megara), en cuyos bordes se situaban las sacerdotisas, mientras el resto de iniciadas contemplaban cómo hacían descender recipientes de terracota con los que recogían un “compost sagrado”, compuesto de tierra fértil y lechones en proceso de descomposición, que habían sido enterrados con anterioridad.

El festival de Stenia

Previamente a la celebración de las Tesmoforias, tenía lugar dos días antes el festival de Stenia, que trataba de imitar el sufrimiento por el que pasó la diosa Deméter durante la búsqueda de su hija Perséfone. El Himno Homérico de Deméter, compuesto por Pseudo-Apolodoro, relata lo siguiente:

“Pluton (Hades) se enamoró de Perséfone, y con la ayuda de Zeus la secuestró en secreto. Deméter removió cielo y tierra buscándola, por el día y por la noche con antorchas. Cuando supo por los Hermionianos que Plutón la había secuestrado, se enfureció con los dioses y dejó el cielo, y bajo la apariencia de una mujer emprendió su camino hacia Eleusis. Al principio se sentó en una piedra a la que se llamó posteriormente Agelasttos, al lado del llamado Kallikhoron. Después ella fue a la casa de Celeo, el gobernante de los Eleusinos. Después de que la mujer que estaba dentro la invitase a sentarse con ellos, una mujer mayor llamada Yambe bromeó con la diosa para hacerla sonreír. Por este motivo se dice que las mujeres en las Tesmoforias se dedicaban a hacer chistes y burlas.” (PSEUDO-APOLODORO, Biblioteca: I, 29-33; traducción de Aldrich, 1975). 

Este hecho está relacionado con uno de los rituales más curiosos de este festival, la aischrologia. Se trataba ni más ni menos de una costumbre por la cual las mujeres se dedicaban a proferir obscenidades entre ellas, imitando los comentarios burlones de Yambe que consiguieron hacer que la diosa sonriese.

Curiosidades de las Tesmoforias

Eran fiestas precedidas de nueve días de abstinencia sexual. El primer día, llamado Anodos («subida»), las mujeres iban en procesión al templo de la diosa en el monte Pnike, en Grecia, recreando el ascenso de Perséfone desde las profundidades del Hades (Inframundo). Allí mezclaban semillas de cereales con las ofrendas ya podridas.

En el segundo día, llamado Nestéia («ayuno») las mujeres ayunaban y vestían de luto por la pérdida de Perséfone, realizando de noche una procesión con antorchas en un simulacro de búsqueda de la hija de Deméter. Este era uno de los días más tristes de la celebración: la tradición indica que, como muestra de respeto hacia el dolor que sintió la diosa, las mujeres debían a su vez de privarse de alimento al igual que hizo Deméter mientras buscaba a su hija desaparecida.

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El tercer y último día, llamado Callegéneia («hermoso nacimiento»), era el más celebrado por las mujeres, ya que hacía referencia a la reunión de Deméter con su hija y se conmemoraba el momento en el que la tierra volvió a ser fructífera. Estas alusiones a la fertilidad femenina se relacionaban asimismo con la diosa Kalligeneia, la deidad de la fecundidad que otorgaba nombre a ese día. Las mujeres rezaban para que la diosa les bendijera con úteros fértiles y con buenas cosechas, terminando su ayuno con el sacrificio de cerdos y lechones (la ofrenda favorita de ambas diosas).

Copa Siana”, procedente de Rodas y datada en el segundo cuarto del siglo VI a.C. Esta es una de las pocas representaciones del festival de las Tesmoforias. En ella se puede ver un grupo de sacerdotisas participando en un festival de la cosecha. Una de ellas está detrás de un altar en llamas y el objeto que lleva consigo es una criba para separar el trigo de la paja llamada liknon. La figura que aparece a la izquierda se trataría de Deméter entronizada. Este cáliz representaría el momento de la Kalligeneia.

La asociación entre la fertilidad de las mujeres y la de los campos no es un fenómeno que ocurra solamente en la antigua Grecia. Para muchos pueblos antiguos la tierra era una entidad femenina de cuya fertilidad dependía su supervivencia.

File:'Thesmophoria' by Francis Davis Millet, 1894-1897.jpg
Pintura de la procesión tesmofórica del artista estadounidense Francis Davis Millet | Wikipedia

Tiene sentido si se comparan las semillas utilizadas en el cultivo de la tierra con la semilla que el hombre dejaba en el útero de la mujer. Por tanto, la idea principal en el festival de las Tesmoforias era que las mujeres absorbiesen de la tierra la fertilidad de la diosa Deméter, manteniendo un contacto directo con ella.

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Thesmophoria conmemora el secuestro de Perséfone por Hades y su regreso a su madre Deméter. Hades y Perséfone montan el carro en la parte inferior de este jarrón que representa el mito; Demeter se muestra en la esquina superior derecha | Wikipedia

La lógica reacción masculina

Los hombres estaban resentidos respecto a este festival, debido a que, durante tres días, las mujeres se iban de casa, dejándoles responsables del cuidado del hogar, los esclavos y los hijos, actividades de las que normalmente se ocupaba la mujer. A lo largo del festival, las especulaciones sobre las actividades femeninas eran de lo más variadas y abarcaban desde borracheras sin fin hasta promiscuidad entre ellas. El hecho de que sus hijas y esposas volviesen radiantes al cabo de tres días, en los cuales habían permanecido en la feliz compañía de otras mujeres sin ninguna responsabilidad importante, solo alimentaba sus sospechas.

Esta situación se ve reflejada en Las Tesmoforiantes, comedia escrita por el dramaturgo griego Aristófanes y representada por primera vez en el 411 a.C.:

Eurípides se entera de que las mujeres de Atenas están conspirando para decidir su destino, enfadadas por cómo se las retrata en sus tragedias, pues siempre aparecen como locas, asesinas, ninfómanas y suicidas (incluso sus protagonistas más favorecidas). Utilizan el festival de las Tesmoforias, una celebración anual dedicada a la fertilidad y a su diosa Deméter, como tapadera para tramar un plan que haga que Eurípides pague por sus injuriosas palabras. Eurípides, aterrorizado, va a buscar ayuda a la casa del afeminado poeta Agatón. Su plan es hacer que Agatón finja ser una mujer y vaya al debate de las Tesmoforias como infiltrado para así obtener información y hablar a su favor. Pero como éste se niega, el viejo suegro de Eurípides, Mnesíloco, se ofrece a ir en su lugar. Eurípides, en una graciosa escena, lo afeita, lo viste con las ropas de mujer que Agatón le había prestado, y lo envía a las Tesmoforias. En la asamblea, las mujeres expresan por turnos su desagrado por Eurípides, sobre todo porque sus maridos ya no se fían de ellas tras haber visto sus tragedias. Cuando le toca a Mnesíloco, dice cosas aún peores de las mujeres que las que dijo su yerno, y éstas se crispan con sus palabras. Justo entonces llega Clístenes para avisarlas de que Eurípides había enviado a un hombre disfrazado de mujer y que estaba entre ellas. Las mujeres sospechan de Mnesíloco, señalando que era la única a la que no conocían. Después de quitarle la ropa, descubrieron que en verdad era un hombre. Entonces éste coge una bota de vino, y pretende pasarla por un bebé al que tomó como rehén, lo que no le sirvió de nada. Llamaron a las autoridades, y Mnesíloco fue capturado. Eurípides intenta liberarle distrayendo a los guardias con frases sacadas de sus tragedias. La primera es de Helena; Mnesíloco hace de Helena de Troya y Eurípides de Menelao. Esta primera triquiñuela les falla, así que ahora lo intentan con una escena de Andrómeda. Eurípides se vistió como el legendario héroe Perseo, y aparece en escena volando y sujeto por una máquina típicamente usada en el teatro griego para realizar el efecto deus ex machina, pero también falla. La tercera vez que Eurípides aparece para salvar a su suegro, descubren su verdadera identidad. Entonces envía a una bailarina y un flautista para distraer al guardia, y promete a las mujeres que nunca más volverá a hablar mal de ellas en sus obras. Consigue salvarse a sí mismo y a Mnesíloco de la ira de la población femenina, y la comedia tiene un final feliz.

El cristianismo transformó las Tesmoforias en otros rituales, entre ellos la bendición de los campos.

14 comentarios en “Las Tesmoforias, un festival exclusivamente femenino

  1. hecate797 dijo:

    Este es uno de los festivales más interesantes de todos los relacionados con el cultivo de la tierra. Por supuesto que tenía que ser de ámbito femenino, ya que la tierra en todas las culturas primitivas siempre estuvo representada por la mujer, como bien indicas. Un saludo.

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