Cuando tu piel se tiñe de sabiduría. Tatuajes en latín

 

El tatuaje ha sido un arte practicado por diferentes culturas desde los tiempos más remotos. La primera muestra, hallada en un glaciar en 1991, corresponde a un cazador de la era Neolítica que mostraba en la espalda y las rodillas una serie de tatuajes lineales y simples con diseño de puntos y rayas.

Los antropólogos Henry Field de Harvard y W. D. Hambaley establecieron en el siglo pasado que el tatuaje nació precisamente como parte de ritos religiosos en la cultura proto–mediterránea y luego se difundió siguiendo el recorrido de las migraciones prehistóricas (Ginechhi, 2012). En base a sus investigaciones, podemos afirmar que los tatuajes no son sólo ornamentos o emblemas de rango, sino también mensajes con significado espiritual y moral, que reflejan, a menudo, todas las tradiciones o la filosofía de un grupo.

Si nos remontamos al año 2000 a.C., vemos que los egipcios utilizaban el tatuaje en forma de prevención contra enfermedades o peligros, con un profundo sentido mágico, de ahí que muchas momias fueran marcadas, como es el caso de Amunet, sacerdotisa de Hathor, diosa del amor y la fertilidad, cuyos tatuajes a base de puntos y líneas recuerdan a la momia del cazador.

 

Relieve de Amonet en el templo de Luxor | Wikipedia

Con el tiempo las mujeres egipcias, al igual que en otras culturas antiguas, fueron tatuadas para representar su estatus social.

Con distinto significado, la cultura celta y germánica utilizaba el arte del tatuaje con fines bélicos, aunque siempre como emblema de grupo. Cuando los soldados romanos tomaron contacto con los pueblos de origen celta, los llamaron picti («pintados») porque éstos, durante la lucha, tanto hombres como mujeres, mostraban sus cuerpos desnudos con extraños símbolos tribales de color oscuro. Julio César explica en La Guerra de las Galias el terror que los diseños de estos extranjeros inspiraban en sus hombres.

Tal vez, por esta razón, para griegos y romanos el tatuaje fue una práctica relacionada con los pueblos bárbaros. Probablemente los prejuicios contra esta costumbre se iniciaron en esta época, cuando los prisioneros hechos esclavos comenzaron a ser tatuados en la frente, adquiriendo esta práctica una seña de distinción de rango o posición social.

En principio, los griegos aprendieron esta técnica de los persas con la única finalidad de marcar a sus esclavos y criminales, que quedaban así señalados de por vida. Ya en la Grecia clásica era práctica común marcar a los prisioneros con una lechuza, el ave dedicada a Atenea, y a los esclavos con un símbolo de su condición.

De los griegos no hay muchos testimonios de tatuajes, pero se sabe que en la cultura prehelénica las decoraciones corporales eran abundantes. En Creta, por ejemplo, predominaban los dibujos de serpientes, toros y otros motivos religiosos. Otros elementos de la cultura griega que merecen especial mención dentro de la categoría de tatuajes son su alfabeto, ya que sus símbolos son visualmente muy atractivos;

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Mensaje en griego en un pergamino. Los alfabetos distintos al occidental son muy utilizados para tatuarse, ya que, al ser lenguas más minoritarias, el significado no queda tan expuesto.

sus mitos, cuya representación pictórica suele tener un resultado impactante, como pueden ser, por ejemplo, dioses, héroes, criaturas fantásticas, etc.

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Imagen completa de dos guerreros espartanos, luchando el uno contra el otro, en el brazo.

o bien podemos encontrar muchos tatuajes con obras de arte clásicas,

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Símbolos y esculturas griegas como la Venus de Milo. Este tatuaje se puede considerar toda una obra de arte por la gran calidad de los dibujos.

o, incluso, elementos arquitectónicos como los diferentes órdenes de las columnas en los templos: dórico, jónico y corintio.

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En esta imagen vemos diferentes motivos griegos. El Partenón, un dios griego, etc. La calidad de este es también digna de mención.

 

Los romanos, por su parte, heredaron de los griegos esta costumbre. El ejército identificaba a sus mercenarios mediante tatuajes y, con el tiempo, esta práctica fue utilizada como marca de «pertenencia» entre los soldados, siendo probablemente un símbolo referente a una legión en concreto, con forma de número, emblema (por ejemplo, un animal), o una breve sentencia.  

Vegecio, escritor latino del siglo IV d.C., en su Epítome de la ciencia militar, nos describe en qué consistía esta «marca militar»:

«El recluta, sin embargo, no debe recibir la marca militar tan pronto como es alistado. Debe juzgarse antes si es apto para el servicio, que tiene la suficiente fortaleza y nervio; si tiene capacidad para aprender su deber y si posee el suficiente valor militar. Muchos, aunque prometedores en apariencia, resultan inadecuados tras el entrenamiento. Ésos han de ser rechazados y sustituidos por hombres mejores; pues no es la cantidad, sino el valor lo que triunfa. Tras su examen, los reclutas recibirán la marca militar y se les enseñará el uso de sus armas con la práctica constante y diaria.» (I 8)

Pero será otro autor, Aecio de Amidamédico del siglo VI d.C., quien, en su enciclopedia médica titulada Tetrabiblión (Βιβλία Ιατρικά), nos describa con mayor detalle cómo se aplicaba esta «marca»:

«previamente se limpiaba la zona con jugo de puerro, se usaba como tinta óxido de bronce molido con vinagre hasta conseguir transformarlo en polvo. Este polvo se diluía en dos partes de agua por una parte de jugo de puerro y se mezclaba. La aplicación se realizaba con la corteza de madera de un pino egipcio»

Poco a poco, al extenderse el Imperio Romano, comenzó a abandonarse la práctica de los tatuajes, exactamente durante el mandato deemperador Constantino quien emitió un decreto en contra de esta actividad. Se cree que a raíz de este suceso, se le dio una actitud negativa al tatuaje.

Esta «marca militar», utilizada con fines burocráticos hasta el siglo III d.C. para llevar una cuenta del censo de reclutas, se observó en tiempos más modernos entre los legionarios, igualmente como señal distintiva de la legión a la que pertenecían.

¿Cómo una lengua tan antigua puede continuar empleándose para un signo de modernidad como pueden ser los tatuajes?

Si estás pensando en tatuarte algo bello y con gran significado, y no sabes bien cómo expresar lo que sientes, puedes recurrir al latín, una lengua rica en matices que cuenta con más de dos mil años de antigüedad.

El latín es una de las lenguas más usadas en el mundo de los tatuajes, tal vez por su capacidad expresiva o tal vez por ese halo de misterio y sabiduría que acompaña a sus sentencias. Digamos que las frases en latín están de moda. Ahora sólo tienes que encontrar una con la que te identifiques.

Imagen relacionada

Tatuaje de la conocida frase en latín Carpe Diem que se traduce como «Aprovecha el momento» | tatuajesxd.com

Referencias

Ginechhi, L. (2012), «El tatutaje religioso entre judíos, musulmanes y cristianos» (en Tatoo Life nº 75, Ed. Mediafriends srl, Milano).

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