Las personas aprendemos haciendo y, si cooperamos entre todas, el resultado puede ser sorprendente.
La metodología de aprendizaje cooperativo tiene un amplio recorrido y diversos autores de renombre que se han dedicado a desarrollarla: Spencer Kagan (1994, «serie de estrategias instruccionales que incluyen a la interacción cooperativa de estudiante, sobre algún tema, como una parte integral del proceso de aprendizaje»), Fathman y Kessler (1993, «trabajo en grupo que se estructura cuidadosamente para que todos los estudiantes interactúen, intercambien información y puedan ser evaluados de forma individual por su trabajo») o Pere Pujolas (2009, «uso didáctico de equipos reducidos de alumnos, generalmente de composición heterogénea en rendimiento y capacidad, aunque ocasionalmente puedan ser más homogéneos, utilizando una estructuras de la actividad tal que se asegure al máximo la participación igualitaria -para que todos los miembros del equipo tengan las mismas oportunidades de participar- y se potencie al máximo la interacción simultanea entre ellos»). Fruto de esa diversidad de autores podemos encontrar múltiples definiciones y enfoques, así como múltiples recursos.
¿Qué lugar ocupa esta herramienta metodológica en nuestra sociedad?
La sociedad actual sufre cambios a una velocidad vertiginosa. La escuela tiene como objetivo formar personas, ciudadanos del mundo y, por ello, debe dotarles de herramientas suficientes para hacer frente a los retos que se plantean. Es necesario pasar a una pedagogía de la acción y el aprendizaje cooperativo nos ayuda a ello colocando al alumnado como verdadero protagonista de su aprendizaje.
Sin embargo, los objetivos de la educación continúan siendo los mismos, tal vez abordados con diferentes matices o con más profundidad:
- Alfabetización.
- Desarrollo integral.
- Preparación para la vida adulta.
- Preparación para estudios superiores y mundo laboral.
- Motivación para seguir aprendiendo.
Para lograr estas metas contamos con las competencias, inteligencias múltiples, recursos, TICs, diversas herramientas y, especialmente, con las llamadas “nuevas metodologías activas”, diferentes herramientas metodológicas y pedagógicas con un denominador común: colocar al alumnado como verdadero protagonista de su aprendizaje. Dentro de ese gran abanico de nuevas metodologías, entre las cuales están el aprendizaje basado en retos, aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje por descubrimiento, gamificación, Flipped classroom, etc., destaca el APRENDIZAJE COOPERATIVO, una herramienta metodológica que es la base de las metodologías activas.
En este nuevo escenario, el docente no desaparece ni pierde valor, el docente SE TRANSFORMA Y SE REVALORIZA. Que no sea el protagonista único de los procesos de enseñanza-aprendizaje no significa que no tenga un papel fundamental en él, en este caso su objetivo es “GUIAR” a los alumnos/as en ese proceso y dotarles de herramientas que les permitan acceder a los conocimientos y desarrollar sus capacidades y habilidades.
Cómo fomentar el aprendizaje cooperativo.
El modo en el que trabajan los alumnos/as y el profesorado está condicionado por tres elementos:
- La relación existente entre los entre los alumnos/as.
- La relación existente entre los alumnos/as y el profesorado.
- El proceso de enseñanza aprendizaje.
En función de cómo se relacionen estos tres elementos podemos encontrar en las aulas diferentes estructuras de la actividad:
Generalmente son las estructuras individuales y competitivas las que abundan en el día a día de las aulas, quedando relegadas a un segundo plano las cooperativas. Teniendo en cuenta que las estructuras cooperativas pueden reportar grandes beneficios a los procesos de enseñanza-aprendizaje, conviene dar cada vez más peso a las estructuras cooperativas frente a las individuales y competitivas, buscando un equilibrio perfecto que permita al alumnado crecer y aprender en un reflejo de la sociedad (la sociedad es individual y competitiva, pero también necesita ser cooperativa).
¿Por qué usar el Aprendizaje cooperativo? Beneficios
Entre los principales beneficios de esta metodología encontramos la creación de redes de aprendizaje, redes construidas de forma cooperativa que convierten esos aprendizajes en más fuertes, más duraderos y más significativos, en definitiva “TODOS/AS GANAN”. Además podemos encontrar otros tres grandes beneficios:
Cómo implementar el aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo se debe aprender. Cooperar no es una capacidad innata del ser humano, es una potencialidad que debe ser desarrollada. Este camino no es sencillo, aprender a cooperar no es fácil sobre todo al principio, ni para los alumnos/as ni para los docentes, pero no por ello se debe abandonar la tarea ni mucho menos. Lo importante es convertir las dificultades del proceso de enseñanza-aprendizaje del aprendizaje cooperativo en “oportunidades de aprendizaje”.
Dos grandes recursos para “enseñar” aprendizaje cooperativo son JUGAR y VIVENCIAR el propio aprendizaje cooperativo.
Es necesario, o al menos conveniente, plantear planes de implantación cuando se decide trabajar con aprendizaje cooperativo en un centro escolar. La situación ideal sería que esta decisión fuese una decisión a nivel de Centro donde se fomentase la colaboración entre los docentes. Siendo consciente de que no siempre existe esa oportunidad, es necesario aclarar que también es posible emprender la aventura de forma individual con tu aula o grupo-clase.
La gran premisa que marcará el éxito o no de un plan de implantación es la elección de objetivos asequibles, ni muy sencillos ni muy ambiciosos, de lo contrario sería muy fácil caer en la frustración o el aburrimiento.
Referencias
Fathman, A. K., & Kessler, C. (1992). Cooperative language learning in school contexts. Annual review of applied linguistics, 13, 127-140.
Kagan, S. (1994). Cooperative learning (Vol. 2). San Juan Capistrano, CA, Kagan Cooperative Learning.
Pujolas, P. (2009). Aprendizaje cooperativo y educación inclusiva: una forma práctica de aprender juntos alumnos diferentes. VI Jornadas de cooperación educativa con Iberoamérica sobre educación especial e inclusión educativa.
Me gusta lo de «aprendiendo juntos». Creo que es la experiencia más maravillosa, compartir con tus alumnos y crear juntos. Un abrazo.
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Opino lo mismo. Todo trabajo en equipo siempre es gratificante, aunque, por mi corta experiencia, está lleno de dificultades, desde las técnicas hasta las personales. Un saludo.
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Respecto a la frase «la sociedad es individual y competitiva», es una gran verdad. Todos somos individualistas por naturaleza y demasiados competitivos. Si consiguiéramos inculcar los valores de cooperativismo a los estudiantes, estoy segura de que formaríamos mejores personas para el futuro. Enhorabuena, es un buen artículo. Un saludo.
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Gracias. Precisamente para eso sirve la educación, no solo para transmitir conocimientos, sino también valores. Un saludo.
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