Más cerca de Roma que de Grecia, el mundo contemporáneo apuesta por la visibilización de la violencia. A diferencia de la máxima de Terencio “Nada humano me es ajeno” (Homo sum, humani nihil a me alienum puto), hoy por hoy pareciera que nos hundimos en la terrible indiferencia ante el dolor y el sufrimiento de los otros hombres, en el egoísmo extremo del ajetreo cotidiano, en la distancia radical entre el yo y los otros que hace imposible dotar de erotismo las lágrimas que de placer o dolor derramamos los hombres.

¿Quién puede dudar de que habitamos en la violencia si el principio que rige la existencia humana es el de matar o morir? La muerte como destino signa la vida mortal de aciaga finitud y aterradora incertidumbre. Nada más violento que la precariedad de la vida. Somos una nada, un vacío, una incompletud que se afana, quizá inútilmente, por construir anhelos y aspiraciones que nos permitan dar sentido a nuestras obras, explicar nuestras decisiones, justificar nuestros desatinos y hacer nuestra futilidad más respirable. “¿No sabes, pregunta Océano a Prometeo […], que para un temple enfermo los únicos médicos son las palabras?”
(Esquilo, Prometeo encadenado, 378-379).
Poner reiteradamente en escena la crueldad para que la asumamos como un hecho cotidiano irremediable y, quizá, intrascendente, parece ser la estrategia de las sociedades contemporáneas.
Las palabras son los médicos,la mentira y la manipulación las enfermedades que nos inoculan de manera sutil e incluso «oficializando» su «normalidad».Mucho deberíamos repensar a partir de los pensadores que sí pretendían la libertad del pensamiento.
Muchas gracias,Carolina!
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Gracias a ti. Admiro todo lo que expresas, mucho mejor que yo. Un abrazo.
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Si perdemos el respeto a los otros, si predomina en nosotros el someter, la competitividad, el desprecio al otro… esto es una merienda de tiburones. Y mucha parte de esto lo tiene el haber perdido valore cívicos, el educar a las nuevas generaciones sin apreciar, tolerar,considerar, honrar, e incluso amar a nuestros semejantes. Ya estamos sufriendo los resultados violencia, inseguridad, maltratos incluso de hijos a los padres…. Mucho hace una buena educación que parece que no está de moda.
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Hola. Tienes razón. El civismo es una asignatura pendiente. Gracias por darnos tu opinión. Un saludo.
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