Sobre el valor de las Humanidades, un tema que me toca de cerca, les ofrezco un extracto resumido de un artículo de Enrique Villalba, publicado recientemente en la revista Telos (nº 112) de Fundación Telefónica.
Tener que explicar el valor de la formación humanística en nuestro mundo y en nuestras enseñanzas –universitarias o no– es ya indicador del punto al que hemos llegado.
La razón utilitaria dominante y una suerte de totalitarismo economicista producen argumentos que llevan a relegar los estudios humanísticos: su inutilidad en términos de competitividad en el mercado laboral o la escasa rentabilidad de sus estudios e investigaciones en una Universidad cada vez más gerencial y mercantilizada. La comparación con las disciplinas STEM se lleva fundamentalmente a esos terrenos.
Ante el descenso de la financiación pública, la Universidad pugna por atraer estudiantes y generar más proyectos de investigación, no solo buscando la pregonada excelencia sino incrementar sus ingresos. En ese escenario, las Humanidades están en clara desventaja: la proporción del alumnado de estos estudios es menor y hay una enorme diferencia entre las aportaciones medias a los proyectos de investigación de estos campos con respecto a los de muchas disciplinas científicas.
Por otra parte, esa deriva hacia un modelo considerado productivo, se ve acentuada con los vigentes criterios de valoración, baremos, calificaciones…, omnipresentes en todo el ámbito académico, que privilegian valores de rentabilidad y producción científica e indicadores casi siempre ajenos a los modos propios de las disciplinas culturales y humanísticas.
El diagnóstico es claro y ampliamente compartido. Así lo expresaba Antoine Compagnon ya hace una década: “La Universidad atraviesa un momento de incertidumbre sobre las virtudes de la educación general, acusada de conducir al paro y en competencia con la formación profesional, que, se considera, prepara mejor para la vida laboral, de manera que la iniciación al estudio de la literatura y la cultura humanística, menos rentable a corto plazo, parece peligrar en la escuela y la sociedad del futuro”.

Ana Galván / Telos
Las Humanidades forman personas
Es en ese sentido, donde hoy la formación humanística y la cultura tienen mucho que aportar. Las Humanidades no buscan formar operarios para el sistema económico sino personas; y tampoco consideran el conocimiento como algo finalista. Como nos recuerda Antonio Rodríguez de las Heras: “si el conocimiento es ver el mundo –pues el mundo no es evidente–, la cultura es mirar lo que el conocimiento nos hace ver. El conocimiento desvela, dilata el horizonte y le da profundidad” y la cultura, con la posibilidad de sus múltiples miradas, “enriquece sin fin el conocimiento” porque cada una de esas miradas ordena el mundo, es creadora.
Así como la lectura sin interpretación es superficial, plana, lo es el conocimiento sin cultura; ver el mundo sin mirarlo. La cultura proyecta miradas que interpretan nuestro mundo –por tanto, lo proyectan, creativamente, hacia el futuro– pero también con relación a la lectura, hace memoria: “La lectura es el arte de construir una memoria personal a partir de experiencias y recuerdos ajenos”. En definitiva, la mirada humanística y la cultura aportan la fuerza de la experiencia personal.
Podemos terminar este resumen con las palabras de T. S. Eliot: «la cultura puede ser descrita simplemente como aquello que hace que la vida merezca la pena ser vivida”.
Todos tenemos una capacidad diferente de interacción con los estímulos que nos rodean; es más bien un estado de alerta, un explorar activo, en definitiva, una actitud que no se aprende. Pero, efectivamente, la cultura afina nuestra sensibilidad, nos ayuda, como dices, a dirigir las «miradas» y nos enriquece para interpretar lo que vemos. No es, como bien apuntas, solo conocimiento o información, y, ciertamente, son las Humanidades las que nos la proporcionan en mayor grado. Un error de nuestro sistema educativo su progresivo arrinconamiento. Buena entrada, me gusta.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es un tema muy interesante y una reseña magnífica que invita a leer el resto del artículo. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias.
Me gustaLe gusta a 2 personas