El profesor de Arqueología Darío Bernal confirma que la cerámica del yacimiento de Lobos procede de los talleres romanos gaditanos
Boca de ánfora encontrada en el nuevo espacio doméstico que los Cabildos de Fuerteventura y Tenerife excavan en el yacimiento del taller romano de púrpura situado en la playa de la Calera, en la isla de Lobos (foto de Javier Melián / Acfi Press)
La cuarta campaña de prospección en el yacimiento del taller romano de púrpura en la isla de Lobos, situada al norte de Fuerteventura, profundiza en un nuevo espacio doméstico con abundantes restos de la alimentación de los trabajadores del taller, que son, sobre todo, cabras que aparecen despiezadas y por porciones. Estos restos afloran acompañados de material cerámico de origen romano, que confirma el vínculo con el Puerto de Cádiz.
Darío Bernal, profesor de Arqueología la Universidad de Cádiz, confirma este fuerte vínculo en el siglo I a. C., puesto que los habitantes de Lobos usaban una vajilla de origen gaditano por el tipo de recipiente y el tipo de pasta. «Claramente, los barcos, en el ir y venir, han recalado en Cádiz y se han surtido allí».
Comer, comer, los trabajadores del taller de púrpura romano está claro que lo hacía en Lobos a la vista de la «abundantísima» vajilla romana encontrada. En cuanto a dormir y cobijarse es posible que fuera en el propio islote. «En cualquier caso es sintomático que aparecen con cierta frecuencia restos de lucernas que son objetos individuales que funcionan en espacios cerrados, dando una luz muy tenue, por lo que se usaría en un espacio reducido. Las roturas de esas luminarias significan que el taller también funcionaba en horario nocturno».
La profesora de Prehistoria de la Universidad de La Laguna Carmen del Arco apunta a que había conexión con Corralejo y Rubicón, que es donde había pozos, junto con una fuente sin localizar hoy en Lobos. Las manufacturas de los restos de cerámica encontrados en este nuevo yacimiento resultan «exóticas» para el territorio canario, «puesto que vienen de fuera en un mundo de explotación de un recurso por ahora exclusivamente centrado en la púrpura, aunque no dudamos que en un futuro sería lógico que se añadieran explotaciones de pescado donde se hubieran procesado otros productos del mar que entran en las redes de circulación económica del mundo romano», apunta del Arco.
Los Cabildos de Fuerteventura y de Tenerife impulsan una vez más la excavación del equipo multidisciplinar encabezado por la profesora del Arco, quien explica que, por todo el instrumental aparecido hasta ahora en el yacimiento del taller romano de Lobos, la púrpura se extraía y, al menos, se procesaba en calderos de plomo. «Tenemos los restos, tenemos también restos de un caldero que se les debió caer y perder parte de la púrpura porque está impregnado el sedimento, pero el proceso de continuación de salida del material hacia el exterior es más problemático. Es decir, si salía la púrpura en ocasiones reducida a polvo, o si se había producido un proceso de reducción, no sabemos en qué recipiente se envasaba para su salida, pero indudablemente la púrpura se extrajo, procesó y precipitó».
En Lobos se han detectado distintos puntos con ocupación en un yacimiento que se descubrió de manera casual cuando la lluvia se llevó por delante una duna que guardaba los restos del taller, «que deja absolutamente clara la presencia romana en Canarias», subraya el presidente majorero Marcial Morales.
Fuente: Canarias7.