La relación entre mitología y fantasía es evidente por el hecho de que en la ficción con frecuencia se recurre a motivos y esquemas míticos. El mito, como expresión de las fuerzas de la imaginación o como forma simbólica de conocimiento, adquiere un valor importante en la construcción de estas historias por su valor cognoscitivo, pues su originalidad, más que con el pasado, tiene que ver con la conservación de los contenidos desde la antigüedad remota hasta el presente en el que el mito se actualiza.
En este sentido, no parece extraño que la reescritura de los mitos clásicos esté cada vez más en auge en muchas esferas de la cultura popular contemporánea, especialmente en la ficción, que constantemente se alimenta de temas y personajes de tradición clásica. La adaptación de estos elementos en Carnival Row (2019), una serie de televisión de fantasía urbana, que explora la inmigración, la alienación y el racismo, es el punto de partida para estudiar las posibilidades que ofrecen las reelaboraciones de los mitos en la creación de identidades alternativas, en especial grupales y étnicas.

Carnival Row representa una sociedad formada por humanos y criaturas fantásticas, cuyo trasfondo mitológico encierra un simbolismo significativo a la hora de plasmar de manera crítica cuestiones de gran actualidad. Dicha serie, creada por René Echevarría y Travis Beacham, fue estrenada en 2019 por Amazon Prime Video y consta de dos temporadas, configurándose como un claro ejemplo de fantasía con fondo histórico.
El mundo de Carnival Row

El mundo de Carnival Row consta de cuatro continentes: en el hemisferio norte se encuentran Mesogea, en el lado occidental, y Tirnanoc, en el este, ambos separados por el océano conocido como Gran Meno. Al sureste de Tirnanoc, está Ignota, separada por mar, pero con una conexión terrestre en el extremo norte. El cuarto continente, conocido como Obscura, se encuentra al sur de Mesogea y el Mar de la Seda. La acción principal se desarrolla en la República de El Burgue, situada en el norte de Mesogea; como escenarios secundarios destacan Tirnanoc y la alianza conocida como “El Pacto”, formada por varios países del sur.
Su trama nos traslada a un distópico siglo XIX, en el que los imperios humanos en su afán colonialista cruzan el océano con una frecuencia cada vez mayor, reclamando territorios y colonias. El descubrimiento de Tirnanoc, una nueva tierra fértil, patria de los feéricos o seres fantásticos considerados hasta aquel entonces simples leyendas, derivará en una indiscriminada guerra por su dominio. Este enfrentamiento culminará con el genocidio de los feéricos y la migración masiva de los supervivientes hacia El Burgue.

La convivencia entre los habitantes originales de la ciudad —los humanos— y los extranjeros o refugiados —los no humanos, denominados genéricamente critch—, genera un grave problema social, acrecentado por la rivalidad histórica entre El Burgue y El Pacto, una alianza militar extremadamente violenta, cuyo objetivo es eliminar a cualquier criatura fantástica por considerarla una amenaza para la humanidad.

El conjunto de estas tramas conforma, junto con la geografía mítica que las envuelve, una historia caracterizada por las relaciones entre los humanos y todo un grupo social multiétnico, donde destaca la presencia de nuevos monstruos sociales: el racismo, la xenofobia, el clasismo, el sexismo, la violencia colectiva, intrigas, asesinatos y amores prohibidos.
El mito como elemento transgresor en la ficción contemporánea
Los nuevos medios de comunicación, en especial la ficción televisiva, hacen suyos una serie de temas, figuras y recursos formales perfectamente identificables en la tradición clásica, por lo que podemos decir que el mito es un ente vivo que va cambiando a lo largo del tiempo y que las versiones consumidas no son productos acabados, sino que siguen alterándose en un proceso inacabable hasta el fin de la humanidad. Este hecho ha favorecido que en la pequeña y gran pantalla se hayan interpretado los antiguos mitos desde otra perspectiva, proliferando un tipo de ficción revisionista que muestra una realidad diferente a la transmitida por la tradición clásica.
El mito continúa siendo una categoría funcional para explicar nuestro mundo contemporáneo, en tanto que proporciona a los creadores de la serie un instrumento multiforme para analizar el papel del inmigrante y el racismo en el contexto social contemporáneo. Por consiguiente, podemos afirmar que los referentes grecorromanos constituyen importantes herramientas de reflexión para la audiencia moderna en la medida en que denuncian problemas tan actuales como la desigualdad social, la política migratoria o el segregacionismo.


El uso subversivo del mito constituye finalmente un poderoso elemento de transgresión de la realidad por tratarse de un elemento anclado en el inconsciente: se habla del odio a lo diferente y del rechazo al recién llegado. ¿Su objetivo? Evidenciar desde el origen los problemas sociales que alcanzan a nuestro siglo.
Carnival Row funciona como una alegoría de nuestras propias crisis sociales y migratorias.

Para leer el texto completo:
Real Torres, C. (2024). Mito y transgresión en la ficción televisiva: Carnival Row. En Movellán Luis, Mireia (ed.) La alteridad en la tradición grecolatina: extranjería y barbarie, Madrid, Editorial Sindéresis, 99-112.





Carnival Row, con personajes como Vignette Stonemoss, una feérica refugiada, utiliza el mito como un espejo crítico de nuestra realidad. A través de su lucha y la de otros «critch», se cuestionan temas como la xenofobia y el racismo, mostrando cómo lo fantástico puede ser una poderosa herramienta para confrontar nuestras propias crisis sociales.
Me ha parecido una entrada muy interesante, Carolina.
Un saludo 🌷
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Muchísimas gracias por tu comentario. Un saludo.
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Me animo a ver la serie después de leer esto. Gracias por la información.
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Me alegro. Gracias a ti.
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