Siguiendo con el tema de Transgénero y Mitología, tras observar un ejemplo de metamorfosis de Júpiter, dios principal entre los romanos, que variaba de aspecto en cada una de sus aventuras amorosas, vemos que semidioses y mortales también cambiaban de apariencia y rompían los roles de género, tal y como sucede en la historia de Hércules y Ónfale.
Hércules, uno de los héroes más famosos de la mitología clásica, símbolo de fuerza y virilidad, también se vestía de mujer.
Hércules (o Heracles), a causa de haber asesinado a su amigo Iphitus en un ataque de locura, fue vendido, por mandato del oráculo de Delfos, como esclavo a Ónfale, reina de Lydia (actualmente, Turquía), durante tres años. Sin embargo, ella alivió enseguida el castigo convirtiéndolo en su amante, aunque, para pasar desapercibido -pues un esclavo no podía yacer con una reina-, el héroe, debía vestir ropas y adornos de mujer, además de llevar los instrumentos de hilar, propiamente femeninos.

Una de las escenas más conocidas representa, tal como se ve en este relieve, a Hércules sentado al lado de Ónfale, que le acaricia con delicadeza. Sus ropas y atributos aparecen cambiados: mientras ella lleva la piel de león y sujeta la clava, él se cubre con un manto y porta la rueca o el huso. Cupido, como en cualquier escena amorosa, suele estar presente. El motivo, muy recurrente en tiempos helenísticos, reapareció en el Renacimiento, y especialmente durante el Barroco, empleándose para ilustrar la idea de la dominación de la mujer.

En esta otra imagen, el artista presenta el momento en un lujoso interior contemporáneo que representa la alcoba de la reina, con el héroe sentado en el lecho, besando a la reina con la pasión y fuerza que de él son de esperar. La presencia de dos amorcillos, que se retiran llevándose la piel y la labor de hilado, refuerza la pose elocuente de los amantes.
Este mito se ha interpretado como un travestimiento burlesco que llevaría al héroe a un proceso de «desheroización» en el sentido de que perdió la virilidad propia del héroe al someterse por completo a una mujer.
Sin embargo, al terminar su servicio, ya purificado, Hércules reunió una armada para conquistar la ciudad de Ecalia con el fin de castigar al rey Eurito, padre de su amigo Iphitus, por una ofensa anterior, y, tras saquear la ciudad, se llevó a Yole, la hija de Eurito, como concubina. Una vez recuperada su verdadera condición y su carácter de prototipo de héroe masculino, todo volvía a la normalidad.
Para interpretar correctamente esta historia, hay que tener en cuenta que los estudios sobre masculinidad definen el modelo de masculinidad ideal con una serie de características relativas tanto a determinados atributos corporales como al éxito en el desarrollo de actividades físicas. Es interesante destacar que este arquetipo de virilidad está tradicionalmente representado por iconos culturales: la figura del héroe es un punto central en el imaginario cultural occidental de lo masculino. Por el contrario, si ser el prototipo de la masculinidad ideal le trae al héroe fama y gloria, los hombres que se apartan de este modelo hegemónico son víctimas de marginación social.
Las contradicciones entre el travestismo de Hércules y su masculinidad corporal junto con sus valientes hazañas llevan a una degradación del héroe, que tiene el efecto de lo que podríamos llamar un «travestimiento burlesco» puesto que Hércules sigue teniendo su historia heroica, pero su comportamiento ya no lo es.
¿Creen que la marginación social que sufrió Hércules -en su etapa femenina, por decirlo de alguna manera- puede ser comparada con alguna historia actual?
¿Un prototipo de virilidad que precisamente pierde su virilidad? La moraleja de este mito debe ser profunda. Podría decir muchas cosas, ya que da bastante que pensar. Creo que podría tratarse de una prueba más de las que tuvo que vencer el héroe. Un saludo.
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Cierto, esa es una posible interpretación. Gracias por comentar. Un saludo.
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¿Travestismo o eonismo? ¿Qué sería más correcto?
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Actualmente puedes aplicar cualquiera de los dos, ya que funcionan como sinónimos. «Travestismo» es un término moderno que vieve a significar, a grandes rasgos, lo mismo.
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Ok. Gracias por la aclaración.
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Reblogueó esto en Por Amor Al Arte.
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