Hoy les traigo un ejemplo de las sorprendentes relecturas de Ovidio desde movimientos artísticos tan distantes como pueden ser el surrealismo o la recreación posmoderna. Este caso de recepción clásica podemos apreciarlo en el peculiar uso que Rafael Alberti, el gran poeta gaditano, hace del latín en el contexto de uno de sus poemas surrealistas, el titulado “Noticiario de un escolar melancólico”:
La aparición final del calificativo “tristísima”, un adjetivo típicamente ovidiano, así como el frío que evoca la palabra “nieve”, tantas veces repetida, nos transmite el infeliz recuerdo que tenía Alberti de sus días escolares, cuando tuvo que aprenderse de memoria, como otros tantos alumnos, la más famosa elegía de los Tristes de Ovidio, precisamente la que comienza de esta manera:
Cum subit illius tristissima noctis imago,
qua mihi supremum tempus in urbe fuit […]
(Ov., Tr., 1, 3, 1-2)
El colegial, Buster Keaton, firmante ficticio del noticiario, vuelve a hacer referencia a su etapa estudiantil. El carácter de este poema, más experimental que poético, puede desconcertar inicialmente al lector, no por el mero hecho de que le siguen zumbando en los oídos ecos de sus clases de latín, sino debido a que escoge para declinar la palabra ‘nieve’, y termina su declinación con un recuerdo elegíaco del pasado irrecuperable. La nieve puede considerarse un símbolo de tristeza, de muerte –conviene recordar el simbolismo presente en el famoso relato de James Joyce titulado “Los muertos”, en el que la nieve se identificaba con un inmenso sudario extendido sobre Dublín–, y la luna, una luz, símbolo del idealismo, de la fantasía, se encuentra velada por ella.
Probablemente Alberti escoge como tema del poema su propio estado de ánimo, sus preocupaciones para proyectar esa desilusión suya hacia su niñez y sus días escolares en el colegio jesuita San Luis Gonzaga de El Puerto de Santa María. Pero, más allá de su mayor o menor rebeldía como alumno, lo que resulta incuestionable es el fondo de miedo, inseguridad y mala conciencia que éste dejó en el niño, que lo recordaría durante toda su vida como lo opuesto a la libertad, a lo natural y a todo aquello que lo hacía sentirse bien.
A veces me pregunto «¿Hay algo que no tenga que ver con la Antigüedad clásica?» Me ha gustado tu apunte, pues no conocía este poema. Tampoco hubiera reparado en el adjetivo «tristísima». Un saludo.
Me gustaLe gusta a 3 personas
Bueno, ya sabes el dicho «lo que no es tradición, es plagio». Gracias y un saludo.
Me gustaLe gusta a 9 personas
Reblogueó esto en Lengua y Literatura Universal.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Has tocado uno de mis poetas favoritos, aunque es cierto que nunca había prestado mucha atención a este poema en concreto. Pensaba que era un simple juego de palabras. Gracias por hacerme comprenderlo mejor.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias a ti. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
May 1st
have a lovely day and stay blessed 🌼🙋🌺🎊🚘
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias. Mis mejores deseos para ti.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy interesante ver cómo los clásicos siguen vigentes, aunque se conviertan en sombras proyectadas por obras más modernas. ¡Gracias por la entrada!
Lo curioso es que descubrí tu blog ayer, cuando sabía que hoy publicaría una reseña sobre la relación entre Ovidio y obras que lo influenciarion y que él influenció.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues sí que es casualidad. Me alegra que te haya gustado. Ya le he echado un vistazo a tu blog y está muy chulo. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias por leernos!
Me gustaLe gusta a 1 persona